EDITORIAL

DIFERENCIAS/INDIFERENCIA

MARIANA GÓMEZ
Psicoanalista en Córdoba, Argentina

Nuevo número, el séptimo, de la revista Psine, producto del Programa de Investigación “Cine, psicoanálisis y otras miradas” del Instituto CIEC. Una vez más sostenemos la pregunta que nos orienta desde su inscripción: ¿Por qué Cine y Psicoanálisis?

Sin embargo, varios años de trabajo, de investigación y de reflexiones con los colegas del Programa, me permiten hoy proponer alterar el orden de la pregunta y formularla de esta manera: ¿Por qué Psicoanálisis y Cine? Es decir, leer de otro modo nuestra propia pregunta.

Leer de otro modo es el sintagma lacaniano que encontramos en el Seminario 25.  Lacan nos enseña allí que “de otro modo” designa algo que no hay. Es decir, que el saber leer no se ordena con un plus de saber sino, al contrario, con lo que habría para producir de un saber nuevo, a partir de lo que es leído. El leer de otro modo no se acompaña sin una investigación que gire en torno a un agujero.

El Equipo de Trabajo Editorial ha hecho una minuciosa lectura de referencias teóricas que me ha permitido cernir el eje/agujero de esta nueva publicación, esta vez en relación al par Diferencias/Indiferencia. Estas referencias también me han acompañado en mi propia lectura de los distintos trabajos que se despliegan en estas páginas.  Va, por ello, mi agradecimiento.

Este nuevo número de Psine nos muestra una producción sostenida en interrogantes y la lectura singular que cada uno de los autores invitados realiza sobre el tema y desde el psicoanálisis. En algunos trabajos las referencias al cine devendrán en indicaciones precias, en otros advertiremos que el cine es tomado tangencialmente, pero siempre con la intención de iluminar un concepto, una pregunta.

Comencemos con las sustanciosas entrevistas realizadas por Diana Paulozky. Cada una bordea la cuestión de las diferencias desde una perspectiva distinta. En la de Anna Aromí, escuchamos su gusto por Almodóvar y su cine, además de las reflexiones de ambas sobre las mujeres, lo femenino, lo traumático, entre otros temas. En la del rabino en Córdoba, Marcelo Polakoff, referente de la cultura además, conversan sobre el impacto de los medios y las pantallas en lo social y, sobre todo, en los jóvenes. También reflexionan sobre los fanatismos y las imposibilidades de diálogo, entre otros muy interesantes tópicos. Finalmente, la entrevista breve pero muy interesante a Marcus André Vieira, quien localiza la cuestión de un mundo aplanado, de todos iguales.

Por otro lado, los textos escritos. Matias Meichtri Quintans en su trabajo «Los hijos de Marx y la Coca Cola» parte de la noción de “hiancia” utilizada por Lacan y examina la dificultad de su traducción del francés al castellano. Y así nos lleva a la referencia lacaniana de Ginebra: «hay una especie que supo aullar de manera tal que un sonido, en tanto que significante, es diferente de otro». Matías interpreta que esa diferencia se soporta en el campo de una hiancia. La película de la que se sirve para leer esto es Masculin Féminin, de Godard.  Este film nos enseña que lo que está en juego no es un par de opuestos sino el predominio y su reverso en términos de función de uno sobre el otro. Allí, “la hiancia se abre en el campo de la sexualidad indiferente al esfuerzo de los protagonistas que buscan hacer de un imposible, una relación”.

Nicolás Herrera, por su parte, con su trabajo “Hacer lugar a la diferencia” nos propone un esfuerzo de lectura respecto de la idea de “tolerancia”. La tolerancia, significante que proviene del griego tollere, que significa soportar. Algo necesario para vivir en sociedad, de acuerdo al conjunto de valores simbólicos, en un mundo de por si diverso. Pero el autor, de manera muy interesante ubica el otro sentido de la cuestión. Y es la tolerancia como indiferencia. Una “indolencia apática” respecto de las desigualdades e injusticias. La película documental A cielo abierto, de M.  Otero, logra transmitir  la forma en que la  institución Le Courtil recibe y aloja, no sólo el síntoma de cada niño, sino también sus invenciones singulares, apoyados en la lógica regida en los principios del psicoanálisis de la orientación lacaniana, a contrapelo de algunas prácticas reeducativas con sujetos autistas que desconocen, indiferentes, podríamos decir, a sus arreglos subjetivos.

Su trabajo conversa, en cierto modo, con el de Carlos-Gustavo Motta, “La imagen que mata y la respuesta de lo Inconsciente”. Allí el autor abre la cuestión hacia otras pantallas, la de los teléfonos móviles, con su acertada historia de aquel joven que dispuesto a conseguir la mejor selfie, deja caer su celular y al querer recuperarlo cae él mismo tras éste, al interior del cráter del Monte Vesubio. Con “tan mala suerte que él mismo corrió con el mismo destino que el objeto”, señala con agudeza. El texto precisa que la “imprudencia teje una frontera con la ignorancia: el desconocimiento o el no saber acerca de algo”. Así, en tiempo de crisis elegimos la ignorancia para no tener que vérnosla con los acontecimientos traumáticos.

Otro análisis sobre pantallas lo encontramos en el precioso trabajo de Ricardo Seldes “El empuje al estrellato”. El trabajo nos introduce en el mundo de las stars del cine, las de antaño, con sus imágenes de felicidad e inmortalidad, para luego dar lugar a las que tienen una vida dura y terrible. Momento en que aparece el cine de autor. Pero hoy nos encontramos con un nuevo fenómeno, señala Ricardo: las celebrities que “son los influencers erigidos por el “Like”, por quienes depositan en ellos el brillo que les falta”. Así nos proponen objetos para el consumo, ya sean blogueros, instagrameros, tweeteros, youtubers, tiktokers, regidos por los algoritmos. Esto promueve una inflación narcisista generalizada en un mundo lleno de dobles del yo, ubica con precisión su escrito. Y una vuelta más, a partir de los significantes Starification y Scarification, Estarificación y Escarificación, Ricardo propone abrir la pregunta, no menor, sobre si hay Stars en el medio psicoanalítico.

Las mujeres también son abordadas en este número desde otra perspectiva, tal la de Xavier Esqué, en su trabajo “La puta. Mal-decir la mujer”. Sirviéndose de las principales referencias freudianas y de la lectura de Miller, Xavier reflexiona sobre la figura de la prostituta y va a tomar el significante “puta” como un nombre de la difamación, de un mal-decir la mujer. Se deja enseñar, y al mismo tiempo nos ayuda a captar algo de la cuestión, a través de una película y de un caso clínico. Pretty woman, en el primer ejemplo, un cuento de hadas, una Cenicienta. El caso clínico, por otro lado, nos ilustra, con toda su lógica, la vida de una mujer que se dedica a la prostitución, cuyo goce se juega en el comercio, en el dinero, y no tanto por la voluptuosidad que generalmente se les atribuye a las prostitutas. Este caso me llevó a pensar en lo ajustado y preciso del nombre con el que hoy diversos movimientos sociales prefieren llamar a las mujeres que se dedican a la prostitución: y es el de “trabajadoras sexuales”.

El otro texto que recorre diferentes versiones de mujeres es el de Vilma Coccoz, ella también con el cine de Almodóvar y con su “Almodóvar: del rojo de la pasión al negro de sus espejos”. Allí Vilma nos invita a un recorrido apasionante por las coordenadas de la vida de Almodóvar y sus entrelazamientos con su obra cinematográfica. Parte de un recorte precioso sobre el, todavía, niño Pedro y una escena decisiva para lo que sería su invención y su arte a lo largo de su vida como cineasta. Vilma, además, nos hace ver a través de su pluma esa “explosión furiosa de colores, en los decorados y vestuarios característicos de su estética neo-barroca y kitsch, la insistencia del color rojo es estridente”, como una banda de Moebius, del rojo al negro, entre la pasión y la muerte.

Lo “moebiano” aparece también en el trabajo de Carlos Rossi: “Los huesos del yo”. Que es, en mi lectura, un modo también de pescar el par diferencias/indiferencia. Carlos propone su tesis de llamar moebiano a lo que él llama recta infinita. Sin embargo, se podría establecer una diferencia entre la recta infinita y lo moebiano, en tanto que la dispersión de la recta impide volver a encontrar la marca y lo moebiano ya está capturado por la lógica de la repetición. Carlos nos enseña que en la incesante división de esa recta es imposible, de manera lógica, establecer una marca. En las vueltas dichas, al menos en los cruces, algo se anuda e inscribe. Así, “el nudo es letra que se escribe con los restos de la toilette del Otro”.

¡Valga este último y provocador párrafo, con todos sus enigmas, para entusiasmarlos, queridos lectores, con este sexto número de la revista Psine!

VIDEOENTREVISTA A ANNA AROMÍ

Por Diana Paulozky

VIDEOENTREVISTA A MARCELO POLAKOFF

Por Diana Paulozky

VIDEOENTREVISTA A MARCUS ANDRÉ VIEIRA

Por Diana Paulozky

LOS HIJOS DE MARX Y LA COCA COLA

Por Matias Meichtri Quintans

HACER LUGAR A LA DIFERENCIA

Por Nicolás Herrera

LA IMAGEN QUE MATA Y LA RESPUESTA DE LO INCONSCIENTE

Por Carlos-Gustavo Motta

EL EMPUJE AL ESTRELLATO

Por Ricardo Seldes

LA PUTA. MAL-DECIR LA MUJER

Por Xavier Esqué

ALMODÓVAR: DEL ROJO DE LA PASIÓN AL NEGRO DE SUS ESPEJOS

Por Vilma Coccoz

LOS HUESOS DEL YO

Por Carlos Rossi